Con la muerte de
Kobe, y su inevitable comparación con Jordan, me he dado cuenta de
que dos de los mejores jugadores de todos los tiempos lo habrían
tenido muy difícil en la NBA actual. Y no por falta de talento,
precisamente, sino por el cambio de normativas. Ante esta opinión,
mis colegas me han pedido una explicación de mis afirmaciones, así
que aquí va:
Un poco de historia
A principios de los
90, la NBA se las prometía muy felices. Magic y Bird iniciaron un
movimiento en los 80 que culminaría en los 90 con la NBA siendo la
un producto de éxito mundial con miles de seguidores y que tenían
en Michael Jordan a su máximo exponente. El mejor de todos los
tiempos era el icono perfecto para vender una liga que había pasado
verdaderos apuros económicos en los 70. Era guapo. Era
espectacular. Era un ganador.
Pero algo impensable
ocurrió. Tras su tercer anillo consecutivo, la estrella del mayor
espectáculo del mundo se retiro. Todos los focos que apuntaban al
tío capaz de hacer cosas imposibles sobre una cancha de baloncesto
se dispersaron e iluminaron el resto del escenario. Y el panorama no
era nada alagüeños. Tras el showtime de Magic, que tanto ayudo a
vender la liga, las franquicias se fijaron en la siguiente dinastía
que fueron los Bad Boys de Detroit. Un equipo centrado en la defensa
y el juego rudo. Con ese ejemplo, se hizo muy popular un lema que
rezaba “el ataque gana partidos pero la defensa gana campeonatos”,
y por la liga corrió una necesidad imperiosa entre los equipos por
conseguir una defensa sobresaliente. De hecho los mismos Bulls de
Jordan eran un equipo eminentemente defensivo, pero tenían un par de
jugadores espectaculares en ataque.
Equipos como los
Cavs de Fratello o los Hawks de Wilkens comenzaron a dominar la liga.
Y el culmen llego justo el año posterior a la retirada de Jordan con
la final mas soporífera jamas vista entre los Rockets de Tomjanovich
y los Knicks de Riley. En defensa de Houston dire que su juego no era
malo. Tenían un jugador dominante y espectacular al poste, como
Hakeen y estaba rodeado de tiradores. Pero a los Knicks no había por
donde cogerlos. Su juego se basaba en dejar al contrario con la
puntuación mas baja posible a base de músculos y defensa.
La NBA tomo buena
nota de esto y se propuso cambiar el juego. La defensa ganara
campeonatos, pero el ataque consigue espectadores. Por supuesto, las
medidas de emergencia se pararon en seco cuando el mas grande decidió
volver, pero no se olvidaron. Con los años surgieron equipos que
abrazaron el small ball creado por Don Nelson en los Warriors de los
80-90. Equipos que no ganaban títulos pero que brindaban partidos
espectaculares y vibrantes que los espectadores adoraban. Equipos
como los Suns de Danny Ainge o los Kings de Adelman. Frente a esto, y
con Jordan otra vez fuera de las canchas, la NBA se puso manos a la
obra.
El gran cambio
En 2004 se instauro
un reglamento que cambio el juego para siempre. Creo que los
jugadores lo llaman algo así como la regla de las dos manos, pero
básicamente supuso una eliminación absoluta del Hand Checking.
Básicamente, antes de esta regla estaba permitido que el defensor
pusiera una mano sobre el defendido de forma leve para controlar
donde estaba en todo momento. Naturalmente, los jugadores habilidosos
en defensa explotaban esto y ejercían presión con la mano de forma
disimulada e incluso colocaban las dos manos y directamente empujaban
al contrario. El resultado era que los emparejamientos defensivos
parecían una lucha de Presing Cath mas que baloncesto. Pero esto se
elimino y dejo vía libre a los jugadores exteriores para lanzar
cómodamente. Doc Rivers dijo que tuvo suerte de retirarse antes de
la aparición de esta normativa porque si no no habría tenido sitio
en la Liga.
La idea básica era
dejar vía libre a los jugadores habilidosos en ataque para que
crearan a su antojo, es decir, liberar el dribling. Pero tubo un
efecto poco esperado, no solo libero el dribling, sino que libero
todos los tiros, incluidos los de 3 puntos. Ante esta liberación,
los porcentajes de triples subieron y la aparición de la estadística
avanzada hizo darse cuenta a los equipos de algo curioso. Los tiros
de tres, pese a tener peor porcentaje que los de dos, eran mas
rentables. Esto llevo al surgimiento y dominio de jugadores como
Curry y sus Warriors. Al ver un nuevo filón al que agarrarse, la NBA
ha ido cambiando y ajustando poco a poco el reglamento para favorecer
que jugadores como el dominen la liga. El festival del triple es un
coñazo, si, pero parece que en un principio era rentable. Y digo en
un principio porque en los últimos años parece que la audiencia ha
empezado a caer ligeramente. De momento no hay alarmas, pero si la
cosa continua no descartemos cambios en la normativa para mutar el
juego.
El gran problema
El festival del
triple que tenemos hoy en día en la NBA es aburrido. Y no por que no
mole ver meter triples estratosféricos. Todo lo contrario. Es
aburrido porque es rutinario. Si algo bonito ha tenido siempre el
baloncesto es la miscelánea, la lucha entre estilos diferentes de
juego para llevarse la victoria. Eso hoy en día no existe. El juego
es homogeneo, todos juegan igual. No existe el juego interior, el
tiro de 2 casi ha desaparecido. El juego es solo tirar triples y
mates. Son dos de las acciones mas espectaculares del juego pero
pierden su gracia si es lo único que hay.
Ante esta tesitura,
Jordan y Kobe lo habrían tenido complicado. Primero por que su juego
se basaba sobre todo en el tiro de 2 lejano, algo que hoy en día
esta en desuso. Y segundo porque su defensa de brazos largos se
basaba en el contacto físico constante, hoy en día muy penalizado.
Un ejemplo lo tenemos en Demar Derozan, el jugador actual que
físicamente y por estilo de juego mas se parece a las dos estrellas,
aunque es cierto dista en talento de ellos. Derozan lleva los últimos
años criticado sin cesar, y no precisamente por su falta de talento,
sino por su estilo de juego. Se le considera un jugador anacrónico,
con un estilo que no tiene cabida hoy día.
La solución
Pensando en este
problema, muchos claman contra un aumento de la distancia del triple
para nerfearlos un poco. Pero hay un serio problema con esto. Se
podría agrandar la linea frontal de triple, pero para agrandar las
lineas laterales habría que agrandar la cancha y eso supondría una
remodelación de todas las pistas del mundo, algo imposible. Ademas,
la mayoría de los jugadores ya consiguen triples de 8 y 9 metros con
facilidad, por lo que no creo que supusiese una gran incidencia en
los porcentajes.
Por mi parte,
siempre considere que la opción indicada seria reducir el diámetro
de los aros. Canastas mas pequeñas requerirían de mayor precisión
a la hora de lanzar. Pero hoy no creo que que esto solucionase nada
porque también afectaría a los tiros de dos y las cosas quedarían
mas o menos igual pero con peores porcentajes.
Hoy en día
considero que la única solución posible es, a la vez, la mas fácil
y la única que no se tomara jamas. El cambio de puntuaciones. El
problema con el triple es que vale mucho, obtienes demasiado premio
por tan poco riesgo, así que habría que cambiar las puntuaciones
para ajustar el ratio riesgo/ recompensa.
Teniendo como
referencia que el tiro de 2 tiene un 45% de acierto y el de 3 un 35%
(son porcentajes inventados, pero se aproximan a la realidad), por
100 tiros de 2 tendríamos 90 puntos mientras que por 100 tiros de 3
tendríamos 105. Para igualar las cosas habría que cambiar las
puntuaciones de 2 y 3 por 4,5 y 5,5, o lo que es lo mismo 7 y 9. Así
por 100 tiros ambos conseguirían 315 puntos. Eso seria la solución
salomónica, aunque yo soy mas partidario de 4 y 5, en vez del 2 y 3.
Así se conseguirían 180 y 175 puntos respectivamente. La cosa no
esta igualada, pero es que el tiro de 3 tiene mas beneficios que el
tiro de 2, aparte de la puntuación, como es la apertura de cancha y
la posibilidad de cambio rápido de marcador. Pero esto por supuesto,
jamas se llegaría a aceptar por que supondría un cambio muy gordo a
una de las mayores esencias del baloncesto: su puntuación.
Y hasta aquí las
divagaciones de un capullo que no tiene ni idea de baloncesto. Os
dejo con mi canción favorita de todos los tiempos dedicada a este
deporte que amo:
Fin
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